sábado, 27 de septiembre de 2008

SE ME APAGÓ LA TELE


He logrado sobrevivir sin ella. Años atrás parecería algo inaudito, fuera de todo contexto, sin embargo los hechos hablan por si solos. Se apagó la tele.

Sí, está ahí, al fondo de la pieza, tapada con un masculino paño rosado. Está desenchufada. Ahora es ella la que se encuentra inerte, mirándome por horas sin moverse, sin dar muestras de vida.

¿Cómo llegamos a tal punto? Respuestas existen muchas.

Primero, sus contenidos ya no son los de antes. ¿Dónde quedaron los dibujos animados? Parece que nos quieren vender una sociedad sin niños, donde se pasa inmediatamente a la etapa adolescente con programas de pokemones y después con bailarines que resultan un gran aporte cultural.

Antes, el SQP estaba bien, es decir, era un programa novedoso pero hoy, existe una gran cantidad de programas que siguen la misma línea, saturando la pantalla con polémicas absurdas. Sin ir más lejos, las últimas semanas nos encontramos con una joya de la farándula. Las fotos privadas de una “opinóloga” rondan los medios de comunicación. Quién las filtró, no sé ni me interesa.

Mucho Reality Show, mucho “tranquilo papá” y personajes bizarros.

Demasiada violencia en los noticieros, peleas absurdas entre políticos, reportajes sensacionalitas, atentados, en fin, ya no dan ganas de prenderla.

La dejé porque me quitaba mucho tiempo. Reconozco que la carta de ajuste tiene su gracia pero después verla tantas veces pierde su magia. No la dejaba en todo el día. Me transformé en adicto. Disfrutaba viendo series gringas y teleseries brasileñas. Después me dedicaba a los estelares y participaba en los “llame ya”. Fue un periodo complicado.

Por suerte entendí que los libros no se leían solos y que ni el Kike Morandé con toda su compañía me explicarían algo de la teoría de la comunicación de masas, de la espiral del silencio y todas esas delicias que nos enseñan a los estudiantes de periodismo.

Otro punto importante para dejarla es que ya no funciona como antes. Parece que los años le pasaron la cuenta. Prenderla era una lucha constante contra las líneas, puntos y fantasmas que aparecían en la pantalla. Un día en mi desesperación por arreglarla, moví de tal modo la antena que se rompió. Nunca más la prendí. Son casi tres meses sin la denominada caja idiota.

Ahora cuando quiero ver un partido de la liga italiana o inglesa, tengo que bajar al comedor, si quiero ver fútbol chileno, voy a algún pub o restaurante con mis amigos. Si quiero ver una serie o película, la puedo bajar de internet.

Comencé a escuchar la radio, me reencontré con antiguos gustos musicales, ahora tengo blog y además retomé la lectura. Sí, estoy leyendo El Perfume de Patrick Suskind.

Sin embargo, a pesar de los muchos beneficios que me ha traído, debo confesar que a veces siento un deseo casi incontrolable de prenderla, ya sea por morbo, curiosidad o por reeditar esas largas tardes juntos. He pensado en comprarle una nueva antena, no son tan caras.

Ah, se me olvidaba, comenzó el plazo legal para las campañas de cara a las próximas elecciones municipales. ¿Acaso no comenzó hace semanas? Paredes pintadas, gigantografías, merchandising. Si nuestras futuras autoridades no respetan la ley, que más vamos a esperar de sus gestiones.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Cosas que pasan en el congreso


Hace un par de días se deleitaban grabando un comercial para el CDF, demostrando todas sus destrezas futbolísticas, algunos sinceramente, podrían ocupar el lugar de Estrada y González en la roja de Bielsa, que el domingo, decepcionó completamente. Parece que nos agrandamos un poco, pero eso es harina de otro costal.

Luego dieron noticia sesionando para darse un bono por el aumento en el precio de los combustibles. Sin comentarios.

Se habló del diputado Ascencio que cambió su voto para entregarle recursos al vapuleado TranSantiago, soborno dijeron los más críticos al plan.

El diputado Escobar luchó por un segundo recital de Madonna en nuestro país, lo consiguió.

Qué podría sacar de la estresante rutina de trabajo a los honorables. La respuesta es lamentable, la muerte de uno de sus camaradas.

Es increíble su historia. Con todo el respeto que se merece la familia del difunto, no me deja de sorprender que la primera y única vez que se escuchó el nombre Pedro Álvarez-Salamanca fuera para dar cuenta de su defunción. Quién lo conocía. Qué hizo por el país o su distrito. Grabó el comercial para el canal del fútbol junto a los otros seudo deportistas. Son muchas las interrogantes que surgen tras su muerte, la principal. Cómo murió realmente.

Su historia es para escribir un libro. “Murió por causas naturales”, se apuraron en decir sus cercanos. El diputado Osvaldo Palma, amigo y quien asistió al occiso, mintió descaradamente argumentando una falla cardiaca sin motivo aparente. Hasta ahí nada fuera de lo común, pero estamos hablando de un diputado de la república, no puede ser todo tan soso y común.

A las horas de conocida la noticia comenzó a circular el rumor de que murió contento, demasiado al parecer. Llevó a la realidad el deseo de muchos que tienen como plan de retiro su desafortunado escenario. Transformó ficción en realidad, recuerdo que una teleserie del canal católico trataba tal temática, un personaje muere tras una noche de extrema pasión.

Lo peculiar es que el fallecido diputado pertenece a uno de los partidos conservadores de nuestro país y no es muy de su línea morir así. Por lo mismo su compañero de partido, engañó a la fiscalía contando otra versión de los hechos.

Lo peor para el partido de oposición, la mujer en cuestión no era su esposa. Ahí ardió Troya en la colectividad. Cómo un diputado de un partido conservador podía mantener una relación paralela si ellos son los que fomentan los valores tradicionales y predican en pos de la familia.

Era la amante, era una camarera, era la mucama, son tantas las versiones que han circulado en la prensa. Se habló del tema hasta en Tolerancia Cero, Matías del Río, uno de los panelistas del espacio, criticaba por la mentira que ronda el caso, al otro día Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional, defendía la memoria de Pedro en las páginas de un diario de corte sensacionalista. Todos opinan de Pedro Álvarez-Salamanca.

La política es una ciencia que no logro entender del todo, es necesaria pero tratemos de profesionalizarla. Se preocupan muchas veces de trivialidades y se dejan de lado los problemas que atañen a la población y especialmente a los que votaron por ellos.

Me gustaría haber escuchado algún proyecto de Pedro y no enterarme de su existencia gracias a su particular defunción.

Al menos murió feliz, murió saludando a la bandera.

A propósito de los honorables, recuerdo que los diputados y senadores podían entrar gratis a los partidos de la selección, desconozco si ha cambiado tal licencia. Esperemos que miércoles, sea con ellos pagando por la entrada o con sus particulares beneficios, se llene el coloso de Ñuñoa y se logren los tres puntos que nos permitan seguir en carrera por un cupo para el mundial.

martes, 2 de septiembre de 2008

Con Perfume de Mujer


Al parecer ha caído el último bastión del machismo. Cuesta aceptarlo, está más que claro, pero las pruebas son irrefutables. El tiempo pasa y como dijo Mercedes Sosa, cambia todo cambia. No me refiero a tener una mujer gobernando, menos al proyecto de ley que busca nivelar los sueldos (algo que suena lógico pero que en nuestro país no se cumple), tampoco hablo del nuevo rol que han adquirido en las relaciones de pareja “tomando la iniciativa”, el mayor cambio y el realmente impactante es el de las féminas y su reciente interés por el fútbol.

Recuerdo que hace un par de años escribí una nota para el ramo de periodismo de opinión donde daba las recetas para disfrutar los partidos del mundial de Alemania 2006, una de ellas decía: “una regla básica es ver los partidos con amigos, en ningún caso con una mujer, aunque te encuentres en proceso de conquista. Te llenará de preguntas absurdas y a la mitad del partido dirá, y cuál es Brasil los amarillos o los celestes con blanco, qué significa la tarjeta roja o por qué no fue gol. ¡No fue gol porque no entró la pelota a la red! Evítese problemas, véalos solo o con amigos”.

Dos años después me retracto de esas palabras.

Las mujeres se han tomado el deporte rey. Ahora van el estadio, no acompañando al pololo o al papá, mucho menos a ver las piernas de los deportistas, no van a que las cámaras del CDF las muestre en el entretiempo, no buscan que las vinculen con un futbolista de moda para salir en el SQP, lo hacen para disfrutar de un partido, van a gritar y a alentar al equipo de sus amores.

Sí, ahora son fanáticas de un equipo. Antes apenas sabían que Colo Colo eran los blancos y la U los azules, ahora saben que Cobreloa son los naranjas, que Rangers es de Talca, ahora hasta saben lo que es un fuera de juego. Aún no me termino de sorprender.

Saben la hora del partido, algunas, las más fanáticas, conocen hasta la oncena inicial de cada cuadro, otras ven fox sport, la liga italiana e inglesa y son hinchas del Inter y del Manchester United.

Y no se quedan en ver fútbol, lo practican. Son muchas las ligas femeninas en nuestro país, las de colegios, universidades y ahora se creó un torneo nacional que hasta es televisado. Seremos anfitriones de un mundial Sub-20, certamen que se desarrollará entre el 19 de noviembre y el 7 de diciembre del presente año, qué más se puede agregar.

Ah, también hay periodistas que cubren fútbol y lo hacen muy bien.

Lo bueno de la relación mujer-fútbol, es que cuando los partidos están muy malos, se nos abre la posibilidad de distracción con lo guapas que se ven con esas nuevas camisetas ajustadas, pensadas para resaltar la anatomía femenina, también las celebraciones post partido pueden ser más entretenidas o bien porque no falta el pillo que se pasa de listo y celebra más de la cuenta con la amiga, con besos y abrazos exagerados con cada gol.

Recuerdo haber leído hace un par de días a un colega que escribió sobre lo que escuchó de una conversación entre mujeres, el resultado, realizaban un completo análisis sobre qué mujer tenía las mejores pechugas. El día que haga lo mismo y escuche aunque sea una pequeña mención al partido del domingo, ya no habrá más que hacer, ese día entenderé que ya no somos los dueños exclusivos del fútbol, que ya perdimos el último rasgo que separaba territorio masculino de femenino.

Antes de terminar algunos pequeños alcances.

Para el último mundial realizamos una apuesta con mi familia a quién era el campeón, acertó mi mamá.

La hija de la presidenta juega fútbol.

Las mujeres no pierden su femineidad jugando o viendo fútbol, encuentro que se ven muy tiernas corriendo detrás de la pelota.

Técnicamente han mejorado mucho. Sí, cuando veo fútbol femenino me concentro en el juego, no en las jugadoras.

Y por último, para todos y todas, el domingo juega Chile con Brasil, así que todos pegados al televisor apoyando a la roja. Ahí serán testigos privilegiados de lo que hablo.