La memoria es frágil, está claro. Tomando en cuenta que justo la mía es casi una falta de respeto para los recuerdos, le pregunté luego de largos minutos hablando de fútbol, oye y qué equipo te gusta, el Real Madrid, respondió enseguida. Cómo, por qué. Cuál es el motivo para que a un chileno le guste un equipo español. Volví a preguntar. Pero alguno nacional, cuál es tu favorito, ninguno prefiero el fútbol europeo, afirmó tajante.
Sin comentarios. Nunca ha salido del país (yo tampoco) pero a él le gusta el Real Madrid.
Seguí conversando unos minutos sin dejar de pensar en su respuesta. Quién le lavó el cerebro, sería Solabarrieta con sus pronunciaciones exageradamente correctas (es Nedved no Niedvied). Claramente esa no es la respuesta.
Parece que nos gusta eso de alabar todo lo extranjero. Si Leonardo Dicaprio y Cameron Díaz dicen que están mal las represas en la Patagonia, les creemos y firmamos por la causa.
Además tanto que nos gustan las palabras extranjeras. Vamos al Mall, nos gustan los Popcorns en el cine, ahora en lugar de poner venta, liquidación, remate u oferta, los creativos locatarios de los centros comerciales ponen “Sale”. Qué es eso. Creo que la mayoría de los chilenos no sabe inglés. A pesar de que se entiende el concepto, no creo que más gente compre porque lo escriben en otro idioma.
Eso espero.
Sabemos más de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que en las próximas votaciones municipales en nuestro país.
Quién tiene la culpa de tal pérdida de identidad. Factores podemos encontrar muchos, comenzando porque nunca hemos tenido una cultura respetada por nosotros mismos. Ya pasaron las fiestas patrias y la próxima festividad que se celebrará es Halloween.
Es así, desde hace varios años los niños adoptaron como propio un rito exclusivamente del país del norte, no tiene nada de malo, es entretenido verlos pasar con sus disfraces Jayson, Freddy y Drácula, pero habla de lo permeables que somos ante la publicidad. Cuando celebremos el día de acción de gracias me voy del país.
Otro punto importante es que ahora tenemos acceso a televisión de otros países y a programas típicos de su idiosincrasia. A veces me gustaría ser un vividor como Charlie Sheen en Dos hombres y medio o creo ser tan inteligente Michael Scofield en Prison Break. Luego despierto y me doy cuenta que esa no es la vida real, no es lo que pasa en Chile.
Nos gustan los grupos británicos a pesar que no entendemos ni la mitad de lo que dicen y si es una película francesa mala, decimos que es cine arte.
A muchos les gusta el Barcelona y el Manchester United, compran sus camisetas y pegan sus fotos en la pieza. Yo tengo la de Zamorano y Salas. Bueno también tengo la del loco Palermo, por ser un personaje de culto en el fútbol (falló tres penales en el mismo partido).
Como dato adicional, hoy se cumplen 20 años del triunfo del No. Creo que independiente de la postura política que se tenga, todos están de acuerdo que la democracia es el único sistema que nos puede llevar al desarrollo. Seguramente no podríamos tener blog de seguir en dictadura, pero bueno, por suerte no pasó.
La próxima semana salen designados los nuevos vocales de mesa para las municipales. Espero no tener tanta suerte.
