domingo, 31 de agosto de 2008

Agoniza, pero sin el Tiro de gracia


Y llegaron los 90. Recuerdo que mi mamá vestía unas rarísimas blusas con hombreras, se onduló el cabello y hablaba de las bondades de la democracia. Ese año noté que aumentó considerablemente de peso, más tarde, en marzo del año siguiente descubriría que era gracias a mi hermana. A mediados del 91, Colo Colo gana la esquiva Copa Libertadores por primera y única vez para un equipo chileno y en el mundo se comienza a hablar de un actor-cantante de Philaldelphia, llamado Will Smith.

El popular Sitcom El Príncipe del Rap (The Fresh Prince of Bel-Air) muestra al mundo una nueva cultura, no me refiero al mundo de los afro americanos y la discriminación imperante en el país del norte, sino más bien al de los aerosoles ( no desodorantes), pantalones anchos, y por sobre todo, al de las líricas y rimas. Se comienza a popularizar el hip hop.

Junto con la clasificación de Chile al Mundial de Francia, en 1997 tras a ganar a Bolivia por 3 a 0, sale al mercado el primer disco de estudio de un trío que terminó por popularizar el emergente movimiento en nuestro país, nace Tiro de gracia.
Juan Sativo, Lengua Dura y Zaturno remecen el mercado con “Ser Humano”, disco que se transformó en éxito inmediato gracias al pegadizo sencillo “El juego verdadero” y que relegó a segundos lugares a las boys band con BSB incluidos, los pegadizos temas de Aqua, a los penquistas de Los Tres y a Nicole, que vivía su auge gracias a algún tema de una popular teleserie de la estación católica.

El impacto de tan novedoso estilo musical motivó a los jóvenes chilenos a comenzar con las rimas, dejando de lados las guitarras que por años reinaron gracias al grunge de Nirvana, derivando en la aparición de muchas y variadas agrupaciones de Mc, Bboy, Breakers y graffiteros, los que dieron vida a un movimiento social-cultural que mediante sus letras o dibujos buscaban entregar un mensaje de protesta contra una sociedad que los excluía y que los marginaba de toda oportunidad.

Fue tanto el impacto que en Chile aparecieron una serie de grupos como Makiza, Frecuencia Rebelde, La Pozze Latina y Rezonancia, los que llenaron de rap las calles de cada rincón del país, surgiendo miles de grupos de seudo hiphoperos, que escuchaban Cypres Hill y Vico C en el Walkman y que llenaron de Tag las paredes.

Mi Crew

Con los amigos del barrio formamos los DV, “Demencia Verbal”, nombre que sonaba más que bien, pero que resultaba algo paradójico si tomamos en cuenta que cantábamos una y otra vez “La rosa de los vientos” y siendo honesto, nadie lo hacía muy bien. Con la valentía que nos daban las letras medio marginales de algunos temas, compramos unos aerosoles y marcamos algunas paredes. Una vez lo hice yo, fue patético, no se entendía nada del escrito, por lo mismo me dediqué exclusivamente a acompañar. Nuestro grupo era muy especial, no quiero decir que fuésemos cobardes, pero la verdad es que en ese momento jugábamos a los raperos y cuando se nos cruzaban unos de verdad, tratábamos de evadirlos doblando en la primera esquina y diciendo en voz alta, para evitar la vergüenza, “para allá vive mi primo”.
Han pasado casi 10 años y aún sobrevive a la pintura y al paso del tiempo un rayado de los DV, sobrevive al igual que el movimiento, el cual se ha ensuciado mucho los últimos años.

¿Qué pasó con el Hip hop?
Su decadencia se debe a la asociación de la marginalidad con los raperos, de la delincuencia con el Hip hop, de los flaites que asaltan en el Paseo Ahumada con los Bboys del movimiento.

Ah, una forma de distinguirlos, es viendo sus zapatillas, si tienen resortes, claramente no es rapero. El hip hopero de verdad viste bien, usa ropas de marca Rocca Wear, Dada, New Era. Nada del persa de la esquina ni marcas demasiado tradicionales como Nike. Lo importante es el style. Se distingue a kilómetros una prenda original. Una vez ocupé una Adidas pirata y se me salió el logo en la primera pichanga. Todo mal.

Los raperos de corazón tratan de emular a sus máximos ídolos, es decir a los gringos, por lo mismo tiene que tener un estado físico más que aceptable, recuerden que se sacan la polera sin mayor provocación al estilo 50 Cent. Sin duda que ese fue uno de los principales motivos por los que dejé el movimiento.

Aún hay patria

En otras partes del mundo, especialmente en Estados Unidos, aún se vive la cultura del Hip hop en su máxima expresión, con recitales a tablero vuelto, con millones de dólares en ventas de discos, con concursos de graffiti, es decir, aún no está todo perdido para los raperos de corazón. En la escena local, Zaturno, el ex TDG, lanzó su segundo disco solista titulado “Zaturno Espacial”el que ha tenido una buena recepción en las radios y en las críticas y es, hasta el momento, el único que lleva los estandartes del movimiento

Se espera que Juan Sativo, vuelva a las pistas este año con un nuevo trabajo donde mezclará el hip hop con el funk y ritmos Latinoamericanos, esperando reeditar el glorioso tiempo del chupacabras y melaza!

Así que ya saben, a desempolvar esos viejos discos te TDG, Makiza, Cypress Hill, SFDK, Eminem y Snoop Dog, ha bajarse los pantalones (no en ese sentido) y ha dejarse llevar por las rimas rápidas y certeras del Hi hop.

martes, 26 de agosto de 2008

Volver, con la frente marchita...





Sin duda los que se deleitaron jugando a los mafiosos, adoptando ese inimitable tonito de voz de Marlon Brando o bien para los que en los 80 salieron a trotar y golpear cuanta carne se les cruzara por delante, se debieron cortar las venas al ver El Padrino III y la quinta entrega de Rocky.

La de los pandilleros tanos en gringolandia no era más que collage de escenas de las notables antecesoras, en especial la galardonada primera entrega. De tiroteos y besos en las manos, nada. Lo de Rocky es peor. La primera, muy buena. La 2,3 y 4 aceptables. La quinta, un bodrio. Parece una falta de respeto lo que hacen con el semental italiano. Pierde su fortuna ¿por qué? Lo explican o me quedé dormido justo ahí. Además que Rocky parece más idiota que nunca, pensé que los golpes del ruso lo dejaron con una parálisis mental no diagnosticada por una distracción del guionista de turno. Para terminar de arruinar la historia, el broche de oro es la pelea contra su propio pupilo entre los callejones y los desperdicios. Triste final para un grande. Por suerte arreglan la historia con Rocky Balboa 16 años después.

Secuelas de HORROR

Por qué destruyeron clásicos del terror como El exorcista con una secuela donde las abuelas gatean por el techo y donde hasta aparece el propio papá guarén en pantalla… ¡no!
Lo mismo con otra notable película del género, La profecía. Dicen por ahí que chiste repetido sale podrido, si es repetido hasta la quinta vez, imagínense.

De Legalmente rubia, Dr dolittle y Mira quién habla, no se podía esperar tanto en su segunda entrega, reconozco haberlas visto y entendiendo que son comedias, pasan. Sin embargo, si pueden evitarlas, háganlo.

Mismos acordes

El retorno o nuevas versiones no ocurren únicamente en el cine. Músicos que van y vienen, se pelean y arreglan, existen ejemplos variados y para todos los gustos.

En Chile no queda más que recordar a un trío que cantaba reiteradamente; quieren dinero, quieren dinero, quieren dinero, quieren dinero. Dicho y hecho. Volvieron por él.

Se juntó Los tres, se reunió Soda por un rato, The Police y en fin, los fanáticos lo agradecen, pero cuando se realizan despedidas lloradas y publicitan una última presentación, cambia la cosa.

Recuerdo que mi hermana menor, en su etapa de búsqueda de identidad, pasó por muchos estilos musicales que no detallaré por si llegase a leer, sin embargo me llamó poderosamente la atención cuando de un momento a otro comenzó a hablar de liberación animal, muerte al capitalismo, legalización. ¡Qué! Mi hermana menor hablando de legalización, tenía 13 años. Estaba presto a hablar y consultar que significaban esos rayados en la mochila, esos discursos incendiarios y esa nueva actitud frete a la vida y la respuesta llegó sin buscarla. Comenzó a sonar Ska-P, que con ese típico acento español despotricaba contra medio mundo. Entendí que se trataba de una moda y no me sorprendió que fuera al concierto de despedida. (Con mi hermano mayor, entenderán que no asistiría sola, a los 13 años, a un concierto de esa índole).

Según sus palabras, genial. Era una lástima su separación, pero un privilegio asistir a su última presentación en nuestro país.

Todo bien hasta que leí hace unos días de su regreso a Chile. ¿Cómo, no se habían separado? ¿No eran ellos los que protestaban contra el capitalismo y la sociedad de mercado?

Mi hermana se debe sentir estafada. Muchos deben sentir lo mismo. Encuentro totalmente válida su postura pero… por favor, no canten un tema que se llama Consumo gusto.
Les dejo parte de la letra:

PUTO DINERO, PUTO DINERO [x2]
La sociedad de consumo me ha convertido en un servidor
PUTO DINERO, PUTO DINERO [x2]
Siempre con el agua al cuello, estas es la vida de un consumidor

ESCLAVO DE LA PUTA PUBLICIDAD
EXCLAVO SOY
ESCLAVO LA SOCIEDAD DEL BIENESTAR NO ES PARA TODOS POR IGUAL.


Pd: las segundas partes malas se aplican también para otros ámbitos, por ejemplo, la vuelta de Marcelo Salas a River Plate…mala, la reelección de Bush, peor, la vuelta con mi ex hace unos años, un desastre.

Saludos.
Bueno, no siempre las vueltas son malas o sí?


sábado, 23 de agosto de 2008

El gato y su pandilla



Lo de ser periodista aún me parece algo surrealista, ¿qué te transforma en uno? Pasar varios años escuchando cientos cosas que, honestamente, no recuerdo casi ninguna de los primeros años. No sé si disculparme o criticar a mis profesores, pero lo concreto es que me muevo más por el sentido común que por los pensamientos de grandes filósofos y lingüistas, muchas veces sobre valorados y citados hasta el cansancio por quienes buscan aires de grandeza o se jactan de una erudición de bolsillo.

Lo concreto es que en oportunidades no queremos ver lo que pasa frente a nuestros ojos, a pesar de ser “entrenados” para ello. Pero,cuál es el punto donde se deja de ser periodista.

Recuerdo que unos fotógrafos ganaron un importante premio por una imagen de un pequeño niño africano agonizando por inanición. Era realmente impactante. Resumiendo, el niño murió frente a sus ojos y ellos en lugar de intentar salvarlo, capturaron el momento. El cargo de conciencia fue tal que uno de ellos terminó quitándose la vida.

Hace poco me tocó vivir una experiencia que, obviamente sería una falta de criterio compararla con la anterior, me dejó pensando.

Frente a una aseguradora, bajo un auto se sentía el llanto de gato. No lo percibí, no así mi acompañante, quien con una sensibilidad propia de las mujeres, inmediatamente quiso ver qué pasaba. Efectivamente yacía mal herido un felino amarillo, que gracias a su collar intuimos tenía dueño. (Cuando se lo revisamos ¡OH Sorpresa!, no tenía la dirección o teléfono. Para qué le ponen collar sin esos datos)

Había sido atropellado hace un par de horas como más tarde nos explicó un trabajador de un edificio en construcción a pasos del suceso. En la desesperación de no saber como ayudarlo, atinamos a sacarlo de su escondite, pues sería nuevamente arrollado al arrancar el auto que lo guarnecía. Tenía las patas traseras fracturadas (ese es un diagnóstico de un periodista no de un veterinario, así que queda a criterio tomarlo en cuenta), intentaba moverse pero el dolor se lo impedía. Fui a consultar al edificio vecino por si alguien extrañó al gato. Nadie.

Ya estaban todas las ejecutivas de la aseguradora pendientes gracias al aviso de mi compañera. Cada usuario que llegaba se lamentaba por la mala suerte del minino, algunos lo acariciaban. Todos estaban reunidos en torno a él, seducidos por la curiosidad o el morbo. La angustia que sentíamos los presentes se incrementaba, tanto como los lamentos del animal. Finalmente, una de las clientas, que desde el inicio se vio interesada, se lo llevó a la consulta de una amiga. No podía dejar de sentir un cierto orgullo o alegría por contribuir en tal desenlace, sin embargo, debo reconocer que al principio, ya sea por ignorancia o temor, propuse pasar de largo y dejarlo abandonado a su suerte.

Ese día fue cálido, me sentí tranquilo y contento. Quiero pensar que el gato sobrevivió, que perdió una de las siete vidas.

No sé que hubiese pasado sin nuestra intervención, seguramente los dueños creerían que el gato escapó y tendrían la ilusión de su regreso.

Por mi parte, espero no volver a cerrar los ojos.