sábado, 4 de julio de 2009

Copas van, copas vienen



Nos gusta celebrar, eso es seguro. Motivos no faltan para destapar otra cerveza. Y otra, y bueno, otra más no nos hará daño. He pasado por unos meses de festejos constantes, situación que puede explicar, en parte, mi larga ausencia de estos lados. Para que darles un nombre a todos los ron-colas, vodka-naranja y otros bebestibles. Recordar que cosa motivó su degustación es poco recomendable, y a estas alturas un ejercicio mental inútil.

Lo que sí recuerdo es que todo comenzó aquella noche de sábado, (qué día específico, ya ni sé, pero fue hace tiempo) cuando a Matías Fernández y Humberto Suazo se les ocurrió que era bueno ganarle al hasta entonces líder de las clasificatorias, Paraguay, y de forasteros además. Luego pasó Bolivia, con las consiguientes festividades y de ahí en más, todo fue alegría.

El pretexto para seguir en esta vorágine de celebraciones, fin de los estudios. No todos los días se cierra un ciclo académico y seguro que le saqué el jugo. Bueno, jugo fue lo menos que recuerdo haber consumido, pero para el caso da lo mismo. Fueron días extenuantes, no por los exámenes finales, más bien por la serie de actividades extra programáticas que conlleva tal periodo.

Cada compañero se ponía medio sentimental y resultaba casi una falta de respeto al código periodístico rechazar una cerveza. (Sinceramente, creo que el mencionado “código” se puede aplicar a cualquier profesión u oficio para no ser excluyente.) Cada última clase, de cualquier asignatura, llevaba al mismo ritual. Después, la celebración con los más amigos, luego era uno que partía por rumbos desconocidos para consolidar nuestras incipientes carreras, luego festejar un último día en un local, al día siguiente en el otro, posteriormente celebrar que un compañero se atrasó en un ramo, así que podremos celebrar el próximo año también y así, la lista se seguía engrosando.

Un día se festejó por Michael Jackson, algunos en su memoria, devastados por su partida, otros indiferentes y preocupados únicamente de beber más y más, y algunos contentos, recordando la serie de hechos poco claros que acompañaron la exitosa carrera musical del ¿afro americano? Lo concreto es que “Rock whit you”, “Bit it” y el tan célebre “Moonwalker” fueron el centro de atención e inspiración para que un par de bailarines frustrados, y obviamente una vez que el alcohol ya había hecho su trabajo, osaran tratar de igualar tan complejos pasos.

Qué motivos se pueden encontrar hoy. Cada quien tiene uno propio, yo quiero recordar con tristeza al pueblo hondureño, parecía que los golpes de estado habían quedado en el pasado pero un grupo de militares nos trajeron de vuelta a nuestro orígenes.
Esperando una pronta salida a sus conflictos alzo una copa.

PD1: Prácticamente soy periodista, falta la práctica, qué paradoja.
PD2: Por si llegase a leer un periodista debo aclarar que no todos los del gremio toman, algunos son adictos a otras sustancias alucinógenas y otros al café, eso dicen al menos.
PD3: “Rock whit you” no es de los temas más conocidos de MJ pero es mi favorito.

1 comentario:

Carlo Rodolfo dijo...

POR QUÉ...POR QUÉ MJ...